OPINIÓN / Dardos al aire / Por Yajseel Álvarez Promesa y más promesas escuchamos cada tres años cuando algún politico quiere la alcaldía, ...
OPINIÓN / Dardos al aire / Por Yajseel Álvarez
Promesa y más promesas escuchamos cada tres años cuando algún politico quiere la alcaldía, las diputaciones o algún otro cargo público.
Que el progreso del pueblo, que obra pública de calidad y para todos, mayores beneficios y sobre todo un buen manejo de los recursos del erario público.
Y sí, todos inician con entusiasmo pero poco a poco se van envolviendo en los imparables problemas que una ciudad en crecimiento presenta irremediablemente.
Por desgracia, hasta ahora no ha habido un solo político que tenga las manos limpias al final de su administración, siempre hay alguien que sabe de las tranzas de los funcionarios, solo basta con tocar el tema en una plática con los amigos y se destapa el drenaje.
Por el conformismo y la apatía de muchos, ya hasta hicimos propio el dicho: “que roben pero que hagan algo por el pueblo”.
Y es de lamentarse, porque nosotros mismos hemos generado que los gobiernos nos tomen el pelo; hemos propiciado que pasen por encima de nosotros y manejen nuestros destinos a su conveniencia.
No se que pasa, pero los polítcos creen que se las saben de todas todas y se creen muy astutos y confían en que nos engañan; creen que lo que dicen se lo traga todo el mundo, pero eso solo sucede con unos cuantos que podemos denominar paleros o hasta arrastrados.
El pueblo no se cree todo, pero peca de apatía, de conformismo, por eso Misantla y lo municipios vecinos están como están, porque todos los gobiernos han recurrido al famoso “Dios, no te pido que me des, sino que me pongas donde hay”.
Ningún municipio de la región se ha salvado y los que vienen llegando van para allá; esa es la puritita verdad y, el político que diga lo contrario, que lo demuestre con acciones.
Pero no acciones que solo intentan taparle el ojo al macho, no con ir y arreglar los parques, no con calles o banquetas terminadas, menos con carros de basura que pasan a diario o con eventos culturales bonitos, no, esa es su obligación por los jugosos salarios que perciben.
Que lo demuestren con cuentas claras, con total transparencia, no a medias; demuéstrenlo con finalizar su trienio sin irregularidades fiscales y sin enrriquecimiento ilícito; esto es lo más dificil, todos sabemos que para algo se inventaron los prestanombres.
Al menos a mí me da risa cuando los exalcaldes dicen: “nosotros salimos bien, son irregularidades mínimas donde solo hay que entregar papeles”.
¿A quién tratan de engañar?
Sé de un caso muy cercano en el que las cuentas no les salieron y tuvieron observaciones por el ORFIS. Según sé, ya las solventaron, solo que tuvieron que contratar los servicios de un experto (a) para que les arreglara el problemita millonario que enfrentaban y, que no digan que no incurrieron en desvíos de recursos, porque hasta pagaron deudas políticas con dinero del pueblo, y de eso soy testigo.
Todos nos hacemos unas preguntas: ¿cuanto dinero le meten a una campaña política los candidatos?
En la región, ¿que les gusta? entre 4, 8 o 10 millones?
¿Cual es el sueldo de un alcalde? ¿Recupera lo invertido? ¿De donde lo sacan?
¿Podría ser de la obra pública?