EL 10 DE AGOSTO HUBO OTRO FENOMENO IGUAL Aunque algunos se inclinan por el lado supersticioso tras éste espectáculo natural, la ciencia di...
EL 10 DE AGOSTO HUBO OTRO FENOMENO IGUAL
Aunque algunos se inclinan por el lado supersticioso tras éste espectáculo natural, la ciencia difiere sobre cualquier vaticinio o presagio de cataclismo, pues no hay registro exacto de relación del fenómeno con tragedias mundiales. Se trata del reflejo de la luz en partículas hexagonales de hielo.
Yajseel álvarez, Misantla, Ver., a 25 de agosto de 2014.- La tarde del miércoles 20 de agosto, los misantecos fuimos testigos de un espectáculo solar impresionante y poco visto en ésta región del continente.
Se trató de un halo alrededor del sol, que a decir de expertos, es un efecto óptico formado por las partículas de hielo en suspensión que reflejan la luz, formando algo parecido a un arcoíris pero redondo alrededor del sol.
No cabe duda que la madre naturaleza todos los días nos ha venido sorprendiendo con sus diferentes manifestaciones, para bien o para mal, fenomenales. Muestra de ello, los recientes sismos que han tenido lugar en diferentes puntos de México y del mundo entero, así como las granizadas y heladas en Xalapa y la sierra de Misantla en temporada primaveral o veraniega.
Fue alrededor de las 3 de la tarde, cuando el sol pareció estar rodeado por un arcoíris, fenómeno que fue visto en casi todo el territorio nacional y otros países de centro y Sudamérica, según reportes en redes sociales y medios informativos.
Éste tipo de sucesos es poco frecuente en nuestro país y en ésta región de América, ya que su formación es más común en lugares fríos, donde el hielo es notorio en algunas épocas del año.
Es por ello, que en lugares como Rusia y Canadá, donde se gestan las auroras boreales, o en lugares como la Antártida, Alaska, Groenlandia y el norte de Escandinavia, aunque también pueden ocurrir en otros lugares si se dan las condiciones atmosféricas adecuadas, como por ejemplo, fuera de las áreas polares, en zonas donde se están desarrollando tormentas o mal tiempo o, en zonas templadas cuando el aire atmosférico posee ligeras nubes cristalizadas por el frio (casi siempre nubes tipo cirros).
Aunque algunos se inclinan por el lado supersticioso tras éste espectáculo natural, la ciencia difiere sobre cualquier vaticinio o presagio de cataclismo, pues no hay registro exacto de relación del fenómeno con tragedias mundiales.
Según la ciencia, estos círculos, científicamente conocidos como nimbus, se suelen caracterizar por ser iridiscentes, lo que significa que por lo general hacia adentro tienden a tener colores rojizos, mientas que hacia afuera cuentan con amarillo, verde y azul claro, lo que los hace parecidos a un arcoíris.
Dentro del halo, el cielo parece ser más oscuro que fuera de él. Los halos son anillos de color blanco o de una tonalidad pálida que se forman en la atmósfera terrestre (y presumiblemente en otros planetas dotados de atmósfera) alrededor de las imágenes luminosas del sol, de la luna o de cualquier otro astro o satélite.
Si alguien pretende medirlo o corroborar si es un halo formado por partículas exagonales de hielo, en este caso el diámetro de circulo que forma el halo es tal que uno apunta con un brazo en la dirección del sol y con el otro en la dirección de cualquier punto del halo y el angulo entre los brazos es de 22 grados, a partir de aquí, con algunas fórmulas matemáticas se calcula la distancia y el tamaño preciso.
Este y otros fenómenos podrían obedecer en gran medida al cambio climático que afecta a todo el planeta y se desarrollan en la tropósfera, que es donde se gestan casi todos los fenómenos meteorológicos. En esta capa suceden los cambios climáticos y además se alojan en esta zona casi todos los tipos de nubes.
La troposfera se hace cada vez más fría con la altura y en su límite superior, aproximadamente a 10 kms., mientras que la temperatura es de -60°C.
Esta capa contiene partículas de polvo y cristales de sal marina, elementos indispensables para la formación de las nubes.
No se sabe cuando se observará otro espectáculo similar, pues a diferencia de los eclipses, los halos no se pueden predecir, sin embargo, cada vez son más recurrentes y el último registrado tuvo lugar el día 10 de agosto pasado y se pudo observan en gran parte del sur y centro de México.
Aunque algunos se inclinan por el lado supersticioso tras éste espectáculo natural, la ciencia difiere sobre cualquier vaticinio o presagio de cataclismo, pues no hay registro exacto de relación del fenómeno con tragedias mundiales. Se trata del reflejo de la luz en partículas hexagonales de hielo.
Yajseel álvarez, Misantla, Ver., a 25 de agosto de 2014.- La tarde del miércoles 20 de agosto, los misantecos fuimos testigos de un espectáculo solar impresionante y poco visto en ésta región del continente.
Se trató de un halo alrededor del sol, que a decir de expertos, es un efecto óptico formado por las partículas de hielo en suspensión que reflejan la luz, formando algo parecido a un arcoíris pero redondo alrededor del sol.
No cabe duda que la madre naturaleza todos los días nos ha venido sorprendiendo con sus diferentes manifestaciones, para bien o para mal, fenomenales. Muestra de ello, los recientes sismos que han tenido lugar en diferentes puntos de México y del mundo entero, así como las granizadas y heladas en Xalapa y la sierra de Misantla en temporada primaveral o veraniega.
Fue alrededor de las 3 de la tarde, cuando el sol pareció estar rodeado por un arcoíris, fenómeno que fue visto en casi todo el territorio nacional y otros países de centro y Sudamérica, según reportes en redes sociales y medios informativos.
Éste tipo de sucesos es poco frecuente en nuestro país y en ésta región de América, ya que su formación es más común en lugares fríos, donde el hielo es notorio en algunas épocas del año.
Es por ello, que en lugares como Rusia y Canadá, donde se gestan las auroras boreales, o en lugares como la Antártida, Alaska, Groenlandia y el norte de Escandinavia, aunque también pueden ocurrir en otros lugares si se dan las condiciones atmosféricas adecuadas, como por ejemplo, fuera de las áreas polares, en zonas donde se están desarrollando tormentas o mal tiempo o, en zonas templadas cuando el aire atmosférico posee ligeras nubes cristalizadas por el frio (casi siempre nubes tipo cirros).
Aunque algunos se inclinan por el lado supersticioso tras éste espectáculo natural, la ciencia difiere sobre cualquier vaticinio o presagio de cataclismo, pues no hay registro exacto de relación del fenómeno con tragedias mundiales.
Según la ciencia, estos círculos, científicamente conocidos como nimbus, se suelen caracterizar por ser iridiscentes, lo que significa que por lo general hacia adentro tienden a tener colores rojizos, mientas que hacia afuera cuentan con amarillo, verde y azul claro, lo que los hace parecidos a un arcoíris.
Dentro del halo, el cielo parece ser más oscuro que fuera de él. Los halos son anillos de color blanco o de una tonalidad pálida que se forman en la atmósfera terrestre (y presumiblemente en otros planetas dotados de atmósfera) alrededor de las imágenes luminosas del sol, de la luna o de cualquier otro astro o satélite.
Si alguien pretende medirlo o corroborar si es un halo formado por partículas exagonales de hielo, en este caso el diámetro de circulo que forma el halo es tal que uno apunta con un brazo en la dirección del sol y con el otro en la dirección de cualquier punto del halo y el angulo entre los brazos es de 22 grados, a partir de aquí, con algunas fórmulas matemáticas se calcula la distancia y el tamaño preciso.
Este y otros fenómenos podrían obedecer en gran medida al cambio climático que afecta a todo el planeta y se desarrollan en la tropósfera, que es donde se gestan casi todos los fenómenos meteorológicos. En esta capa suceden los cambios climáticos y además se alojan en esta zona casi todos los tipos de nubes.
La troposfera se hace cada vez más fría con la altura y en su límite superior, aproximadamente a 10 kms., mientras que la temperatura es de -60°C.
Esta capa contiene partículas de polvo y cristales de sal marina, elementos indispensables para la formación de las nubes.
No se sabe cuando se observará otro espectáculo similar, pues a diferencia de los eclipses, los halos no se pueden predecir, sin embargo, cada vez son más recurrentes y el último registrado tuvo lugar el día 10 de agosto pasado y se pudo observan en gran parte del sur y centro de México.