Yajseel álvarez.- Los estragos de las inundaciones que se registraron en gran parte del terrirorio misanteco durante 2013 surtieron efect...
Yajseel álvarez.- Los estragos de las inundaciones que se registraron en gran parte del terrirorio misanteco durante 2013 surtieron efecto en el campo, por lo que las zonar cítrícolas ya comienzan a resentir el impacto económico tras la pérdida de sus cosechas y en muchos casos hasta de sus plantaciones.
La zona de Palpoala Ixcán - La Defensa - La Reforma ha sido una de las primeras demarcaciones que han sufrido de forma considerable la pérdida de aproximadamente 800 hectáreas de cítrico y plátano.
En su mayoría, los habitantes de ésta región viven de sus cosechas de limón, naranja, plátano y en menores proporciones de otros cultivos, por lo que su economía ahora que no tienen sus frutos ven mermada su economía.
A fines de 2013, SAGARPA y otras instituciones aterrizaron recursos para subsanar provisionalmente el daño causado por los fenómenos climatológicos, sin embargo, no han vuelto a recibir otro apoyo pese a que quienes deben renovar sus plantíos de forma total tendrán que pasar años para poder cosechar nuevamente.
"Ya hay algunos que mejor se fueron a trabajar a Estados Unidos", cuentan los pobladores, quienes consideran que esa ha sido la mejor opción para quienes perdieron hasta los árboles que les daban el sustento.
"Nadie se ha vuelto a preocupar por ésta zona" reclaman, y es que ni la autoridad municipal le ha brindado otro remedio temporal para ayudar a su economía.
La genge de aquella zona recuerda que el año pasado fueron incluidos en un programa de empleo temporal, pero hoy "nadie se preocupa por nosotros", dicen.
Gran parte de la producción citrícola de aquellos poblados se comercializaba en las jugueras de Martínez de la Torre y San Rafael, pero a partir de éste año será muy poca la cantidad que envíen y mucha de la cosecha no tiene la menor posibilidad de que alguien se la compre "porque los limones vienen quemados o en muy malas condiciones, muchos tienen hasta un hongo que daña el producto y se echa a perder en el árbol".
Elmal estado de los caminos de la región son otro impedimento para poder trasladar los cultivos, ya que cada vez hay más camionetas dañadas de la suspensión y muchos camiones no quieren ni entrar a las poblaciones porr las condiciones de las carreteras, que de estar asfaltadas se van convirtiendo en terracería.
Siguen esperando a Gustavo Moreno Ramos, quien les prometió en campaña asfaltar la carretera Palpoala - La Guadalupe sin que a la fecha haya cumplido su palabra.