Agencias.- En la actualidad viven en Estados Unidos 30 millones de latinos de raíces mexicanas, de un total de aproximadamente 50 millones ...
Agencias.- En la actualidad viven en Estados Unidos 30 millones de latinos de raíces mexicanas, de un total de aproximadamente 50 millones de hispanos que hay en este país, asegura la Oficina del Censo. La comunidad mexicana es el grupo nacional latino más numeroso, seguido por el de los puertorriqueños, con 4.5 millones, y el de los cubanos con aproximadamente dos millones.
El poder adquisitivo mexicano supera los 500 mil millones de dólares al año, de una capacidad de compra total de más de 950 mil millones que se afirma tiene toda la comunidad latina. Los mexicanos envían a su país unos 27 mil millones de dólares en ayuda familiar, más de la mitad de los 46 mil millones que como promedio recibe toda América Latina desde Estados Unidos, por ese concepto.
Los mexicanos han aportado a Estados Unidos mucho de sus tradiciones, desde su religión católica que entró a este país antes que el protestantismo de los Peregrinos europeos, hasta la comida y la música, al igual que el arte chicano que se observa en los murales de Los Angeles y otras ciudades del suroeste.
En 1970, el sacerdote de origen mexicano Patrick Flores es consagrado obispo de la Arquidiócesis de San Antonio, e igualmente se convierte en el primer hispano en la jerarquía católica de Estados Unidos en dirigir una congregación religiosa con un volumen de feligreses tan grande.
Entre el 26 de noviembre y el 3 de diciembre de 1985, se produce otro gran acontecimiento histórico. El doctor Rodolfo Neri Vela, en nombre del gobierno mexicano, es el primer latino invitado que vuela en una nave de la NASA. Neri Vela, que nunca más ha regresado al espacio, partió del Centro Espacial Kennedy de Florida en el trasbordador Atlantis. Una semana después, aterrizó en la Base Aérea Edwards de California.
Diez años después, el doctor Mario Molina, investigador mexicano del Instituto Tecnológico de Massachusetts, gana el Premio Nobel de Química de 1995 al exponer la teoría de cómo ciertos químicos elaborados por el hombre pueden llegar a la capa de ozono que protege la Tierra de los rayos ultravioletas del sol, y con ello provocar daños impredecibles a la humanidad.
Desde la década de los 40, el actor Ricardo Montalbán y las actrices Dolores del Río y Katty Jurado abrieron el camino a los intérpretes mexicanos en el cine de Hollywood, hoy representados por Salma Hayek, el veterano Edward James Olmos, los comediantes Chich Marín y Paul Rodríguez, entre otros tantos.
En el ámbito empresarial se atribuye a los mexicanos ser propietarios del 45 por ciento de los dos millones 300 mil empresas hispanas que operan en Estados Unidos, de las cuales más de 400 mil están asentadas en California. En el mundo laboral, los mexicanos han trabajado y trabajan duramente en las industrias de servicio y construcción, como una mano de obra muy productiva y económica.
El mexicano es el único de los cuatro grandes grupos nacionales latinos cuyos indocumentados no tienen un estatus migratorio regular en Estados Unidos. Los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses por ser Puerto Rico un Estado Libre Asociado de este país. Los cubanos que pisan suelo norteamericano están protegidos por la Ley de Ajuste Cubano de 1965, aprobada al calor de condenas a prisión y discriminaciones en el empleo y el estudio a que son sometidos en Cuba los cubanos deportados. Los centroamericanos han disfrutado de cierto grado de tolerancia por el Estatus de Protección Temporal y la llamada Ley Nacara.
Citar la lista de contribuciones mexicanas a la sociedad estadounidense y su presencia en los diferentes campos de la actividad social, política, económica, artística, profesional, laboral y en los medios de comunicación social sería un trabajo interminable. Es una gran pena que sectores mayoritarios de Estados Unidos ignoren esta realidad, que se impone en el marco de la historia con un peso legendario.
El poder adquisitivo mexicano supera los 500 mil millones de dólares al año, de una capacidad de compra total de más de 950 mil millones que se afirma tiene toda la comunidad latina. Los mexicanos envían a su país unos 27 mil millones de dólares en ayuda familiar, más de la mitad de los 46 mil millones que como promedio recibe toda América Latina desde Estados Unidos, por ese concepto.
Los mexicanos han aportado a Estados Unidos mucho de sus tradiciones, desde su religión católica que entró a este país antes que el protestantismo de los Peregrinos europeos, hasta la comida y la música, al igual que el arte chicano que se observa en los murales de Los Angeles y otras ciudades del suroeste.
En 1970, el sacerdote de origen mexicano Patrick Flores es consagrado obispo de la Arquidiócesis de San Antonio, e igualmente se convierte en el primer hispano en la jerarquía católica de Estados Unidos en dirigir una congregación religiosa con un volumen de feligreses tan grande.
Entre el 26 de noviembre y el 3 de diciembre de 1985, se produce otro gran acontecimiento histórico. El doctor Rodolfo Neri Vela, en nombre del gobierno mexicano, es el primer latino invitado que vuela en una nave de la NASA. Neri Vela, que nunca más ha regresado al espacio, partió del Centro Espacial Kennedy de Florida en el trasbordador Atlantis. Una semana después, aterrizó en la Base Aérea Edwards de California.
Diez años después, el doctor Mario Molina, investigador mexicano del Instituto Tecnológico de Massachusetts, gana el Premio Nobel de Química de 1995 al exponer la teoría de cómo ciertos químicos elaborados por el hombre pueden llegar a la capa de ozono que protege la Tierra de los rayos ultravioletas del sol, y con ello provocar daños impredecibles a la humanidad.
Desde la década de los 40, el actor Ricardo Montalbán y las actrices Dolores del Río y Katty Jurado abrieron el camino a los intérpretes mexicanos en el cine de Hollywood, hoy representados por Salma Hayek, el veterano Edward James Olmos, los comediantes Chich Marín y Paul Rodríguez, entre otros tantos.
En el ámbito empresarial se atribuye a los mexicanos ser propietarios del 45 por ciento de los dos millones 300 mil empresas hispanas que operan en Estados Unidos, de las cuales más de 400 mil están asentadas en California. En el mundo laboral, los mexicanos han trabajado y trabajan duramente en las industrias de servicio y construcción, como una mano de obra muy productiva y económica.
El mexicano es el único de los cuatro grandes grupos nacionales latinos cuyos indocumentados no tienen un estatus migratorio regular en Estados Unidos. Los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses por ser Puerto Rico un Estado Libre Asociado de este país. Los cubanos que pisan suelo norteamericano están protegidos por la Ley de Ajuste Cubano de 1965, aprobada al calor de condenas a prisión y discriminaciones en el empleo y el estudio a que son sometidos en Cuba los cubanos deportados. Los centroamericanos han disfrutado de cierto grado de tolerancia por el Estatus de Protección Temporal y la llamada Ley Nacara.
Citar la lista de contribuciones mexicanas a la sociedad estadounidense y su presencia en los diferentes campos de la actividad social, política, económica, artística, profesional, laboral y en los medios de comunicación social sería un trabajo interminable. Es una gran pena que sectores mayoritarios de Estados Unidos ignoren esta realidad, que se impone en el marco de la historia con un peso legendario.