Dardos al Aire Columna de Yajseel Álvarez Misantla, Ver. 21 de enero de 2011. Esta vez la plaza lució repleta. Esta vez tú, tío, ya no...
Dardos al Aire
Columna de Yajseel Álvarez
Misantla, Ver. 21 de enero de 2011.
Columna de Yajseel Álvarez
Misantla, Ver. 21 de enero de 2011.
Esta vez la plaza lució repleta. Esta vez tú, tío, ya no pudiste estar.
La fiesta de toros que muchas veces disfrutamos juntos regresó a Misantla. Ahí estaban un rejoneador y 3 toreros. Rodrigo Santos-Alonso Quintanilla, el potosino a quien muchas veces comparamos con Pablo Hermoso de Mendoza en un tema casi obligatorio, estuvo aquí, en la plaza de la ganadera donde presenciamos triunfos y una que otra derrota de toreros y novilleros años atrás.
La hizo y tomé una foto. Ahí está, con pirueta a silla tendida y con banderillas largas, después lo hizo con banderillas cortas. Que primer tercio de rejón y que último de muerte; grande, apabullante, vanglorioso salió Rodrigo Santos. Aplausos…
Alberto Ortega, el que tomó la alternativa en la plaza de toros Puebla el 12 de mayo de 1985 y confirmó en la plaza de toros México 5 años después, sin contar con que es hermano de Rafael Ortega, oriundos de Apizaco Tlaxcala, también demostró esa casta torera que caracteriza a esa afamada familia.
Varias veces platicamos de Rafael y recuerdo una anécdota chusca que me contaste sobre él, cuando aquel toro zacatecano empapó su antepierna con heces fecales mientras éste intentaba llamar su atención para hacer un quite con el capote. Orejas y Rabo para él al término de la faena.
Estuvieron también Alberto Huerta, a 11 años y 12 días de su alternativa en la plaza de toros El Relicario, también de Puebla y el novillero Juan Luis Silis, quien inició en 2001 y ha dado buenos frutos para el Distrito Federal, ciudad que lo vio nacer.
Hubo buenos primeros tercios de varas y terceros de muleta; las muertes, excepcionales.
Se te extrañó en la corrida de los 447 años de la ciudad a la que llegaste hace poco más de 2 décadas y que te vio partir hace casi un año.
Los toros esta ocasión fueron de la ganadería La Soledad , de los hermanos González, de Tlaxcala, familia de uno de los ex gobernadores de dicho estado.
Esta ocasión mis comentarios los compartí con Aideth pero con mis sentimientos a flor de piel por saber que no te vería sobre el tendido con tu cerveza y tu cigarro que siempre te acompañaban en eventos de este tipo, y yo haciendo lo propio.
Recordé tus pláticas y hasta tengo una foto de cuerpo entero de una novillera colombiana que está iniciando, y la tengo como seguramente la hubiéramos tomado en otro momento: de espaldas. Si la vieras…
No hice comentarios halagadores sobre la novillera, tu sabes, eso era solo entre nos, pero aunque no le fue muy bien y más que toreada pareció maltrato animal, a fin de cuentas, en el último tercio, luego de varios intentos con la espada, sacó la de descabello y al fin acabó.
Me reservo los demás comentarios.
Me reí de nuevo de los picadores y también me acordé de mi tío Rubén, de quien reí mucho más como siempre lo hacíamos.
Como olvidar esa vez que llegó a tu casa con su esposa y, como le habían dicho que eras torero retirado te hicieron honores, más la señora, que de “Matador” no te bajó, siendo que solo fue una broma bien gastada.
Esa vez, recuero me contaste, que mi tío te pidió que si regresabas a torear te lo llevaras de compañero y le ofreciste, por su rechoncho cuerpo, llevártelo de picador, al cabo, los gordos solo de eso entran al ruedo.
Una buena tarde para Misantla, aunque triste para varios de los que seguramente estábamos presentes, no estabas tú, quizá el mayor aficionado a la fiesta brava en toda la ciudad, sin contar al que se alejó de los ruedos (Jorge), y al chamaco que un día podría estar en ellos (Tito), ambos de la familia.
Pero aunque tu no estés en carne y hueso, tu escencia y tu gusto por los toros está presente en los que te quisimos, y siempre que haya Toros en Misantla o en cualquier otro lugar, siempre habrá un animal en el ruedo en tu honor dedicado por mí, y cada comentario que yo pueda hacer sobre los pases de muleta, un derribo, una tienta, un desarme, un palitroqueo, o ver las marcas de los placeados en cualquier corrida, sabré que en buena parte, mi gusto por la tauromaquia y mi admiración hacia los rejoneadores te lo debo a ti.
En resumen, y como se diría en el ambiente toril: Festival taurino. Entrada lleno total. Novillos trese la Soledad , buenos y un cuarto de La Playa , también tuvo calidad. Juan Luis Silis, vuelta; el rejoneador Rodrigo Santos, dos orejas; Alberto Ortega, dos orejas y Alberto Huerta, una oreja.
Con cariño y admiración a mi tío Guillermo Soler Martínez. (+)