22 locales del mercado de Misantla fueron consumidos por las llamas la tarde de este miércoles. Circulan dos versiones como posible causa d...
22 locales del mercado de Misantla fueron consumidos por las llamas la tarde de este miércoles. Circulan dos versiones como posible causa del incendio. Es necesaria la construcción de un nuevo mercado, sin embargo los locatarios se opusieron meses atrás al proyecto del alcalde Javier Hernández Candanedo de renovar las instalaciones. No hubo víctimas.
Yajseel Álvarez.- Las llamas consumieron por lo menos 22 locales del mercado municipal de Misantla ante los gritos y la desesperación de los propietarios y trabajadores del inmueble; corren dos versiones sobre lo que pudo haber provocado el sofocador incendio.
Alrededor de las 15 horas con 15 minutos las calles que rodean el mercado de la ciudad tuvieron que ser cerradas al tráfico vehicular a causa de las llamas que consumían poco a poco una de las naves del edificio comercial.
Los locales donde se vendía ropa, zapatos, artículos de plástico, peltre y todo tipo de chácharas quedaron destrozados en su totalidad.
Las 2 versiones que corrieron rápidamente por el lugar de los hechos apuntan en primer lugar a un corto circuito originado en un local propiedad de Adán Franco Zárate, esposo de Lorena Jiménez Galíndez, líder del sindicato de empleados al servicio del ayuntamiento de Misantla.
En segundo lugar, la otra versión y que consta en una declaración exclusiva para Crónica de Misantla por Daniel Francisco Marcos, administrador del mercado, es que “unos muchachos estaban lanzando cohetes, al parecer buscapiés, las chispas llegaron al papel y de ahí se originó el incendio”.
Dijo desconocer el nombre de los jóvenes, pero distinguió a uno y aseguró que es yerno de Franco Zárate y la líder del sindicato de empleados del ayuntamiento.
La Tragedia
Mientras varios ciudadanos y empleados municipales trataban de sofocar las llamas a cubetadas de agua, otros quitaron a como pudieron los tanques de gas de las azoteas de los negocios de comida.
Familias enteras trataban de salvar su mercancía y pertenencias; otros robaban lo que podían de los negocios de la nave que quedó intacta.
La rapiña no pudo ser controlada de inmediato ante una visible falta de coordinación por parte de las autoridades y la escasa presencia de policías.
Hasta el director de Protección Civil municipal, Rafael Pérez lanzaba cubetadas de agua al fuego en lugar de organizar a su gente y coordinar las actividades.
Los bomberos de Misantla llegaron unos 30 minutos después y los de Martínez llegan faltando 5 minutos para las 4 de la tarde, casi 45 minutos después de iniciado el fuego.
Los taxis y el servicio de colectivo suspendieron el recorrido normal y tomaron otras calles, el miedo era a que fueran a explotar los tanques de gas y que una desgracia mayor ocurriera.
Los negocios aledaños cerraron sus puertas y varias familias que habitan la zona abandonaron el área, otras tomaban imágenes con sus cámaras fotográficas y de video.
La gente corría asustada cada vez que se escuchaba algún estruendo debido a la caída de maderas de los locales o de los cables y plástico que eran consumidos por las llamas.
Al lugar arribó personal de Protección Civil y Seguridad Pública del Estado, quienes pusieron un cerco al lugar para evitar que los cientos de curiosos se acercaran.
En ese mismo momento fue anunciado al alcalde misanteco la presencia, en breve de elementos del ejército mexicano para cercar el área y salvaguardar la integridad de los ciudadanos y pertenencias de las familias afectadas.
El fuego quedó controlado al rededor de las 16:30 horas.
Proyecto rechazado por locatarios
Minutos después de iniciado el incendio hizo acto de presencia Javier Hernández Candanedo, alcalde de Misantla, quien se encargó de manejar el problema con acciones coordinadas entre sus empleados y ciudadanos que ayudaron de manera voluntaria a calmar el abrazante fuego.
“Es algo muy lamentable que nos tiene que servir para reflexionar, hace unos meses hice una propuesta de que esto podía ocurrir y fui reiterativo y dije: ojalá, Dios quiera que esto no pase en mi administración”, destacó el munícipe.
Y es que después de resultar electo como alcalde, Hernández Candanedo propuso la construcción de un nuevo mercado para evitar que una tragedia como esta se presentara.
El proyecto fue rechazado por locatarios que tienen más de un puesto y que han acumulado varios y no los quieren perder. El reglamento solo aprueba 1 local por familia.
Las condiciones de los locales es deplorable en todos los aspectos, los techos están tronados y gotean, las conexiones eléctricas son improvisadas y la cantidad de tanques de gas montados sobre los techos han sido siempre motivo de temor para la ciudadanía.
La gente pedía someter a los concesionarios de los locales y que de una vez se derribara el edificio y se procediera a la construcción de un nuevo mercado.
El alcalde dijo desconocer a ciencia cierta las causas que ocasionaron esta tragedia.
Se comprometió a reunirse con los medios y a realizar una evaluación de lo acontecido en coordinación con Protección Civil y Seguridad Pública del Estado y dar a conocer los pormenores de manera detallada.
